lunes, 3 de junio de 2013

Formación de un compuesto iónico

Formación de un compuesto iónico
El fluroruro de litio (LiF) es un compuesto iónico. Al estar compuesto por litio y flúor, estos elementos se han tenido que combinar para formarlo. Analicemos cada elemento por separado:
Li, elemento del grupo 1, tiene un electrón de valencia y tendencia a formar cationes (perdiendo un electrón). Si el litio pierde un electrón, adquiere la configuración electrónica del helio (gas noble), formando el catión Li+.
F, elemento del grupo 7, tiene siete electrones de valencia y tendencia a formar aniones (ganando un electrón). Si el flúor gana un electrón, adquiere la configuración electrónica del neón (gas noble), formando el anión F-.

Por tanto, si entre ellos se combinan y el litio transfiere su electrón de valencia al flúor, ambos ganan una gran estabilidad. Se estará formando el compuesto iónico LiF, según la siguiente ecuación:

Observa la configuración electrónica de cada elemento después de la transferencia de electrones (lado derecho de la ecuación). Ambos elementos han alcanzado la configuración del gas noble más cercano.

Formación y propiedades de los compuestos iónicos.
a) Puntos de fusion y ebullicion elevados
b) Solidos duros y quebradizos
c) Baja conductividad electrica y termica al estado solido
Propiedades de las sustancias iónicas:
•Las sustancias iónicas se encuentran en la naturaleza formando redes cristalinas, por tanto son sólidas.
•Su dureza es bastante grande, y tienen por lo tanto puntos de fusión y ebullición altos.
•Son solubles en disolventes polares como el agua.
•Cuando se tratan de sustancias disueltas tienen una conductividad alta.

Las sustancias iónicas están constituidas por iones ordenados en el retículo cristalino; las fuerzas que mantienen esta ordenación son fuerzas de Coulomb, muy intensas. Esto hace que las sustancias iónicas sean sólidos cristalinos con puntos de fusión elevados. En efecto, para fundir un cristal iónico hay que deshacer la red cristalina, separar los iones. El aporte de energía necesario para la fusión, en forma de energía térmica, ha de igualar al de energía reticular, que es la energía desprendida
en la formación de un mol de compuesto iónico sólido a partir de los correspondientes iones en estado gaseoso. Esto hace que haya una relación entre energía reticular y punto de fusión, siendo éste tanto más elevado cuanto mayor es el valor de aquella.
Por otra parte, la aparición de fuerzas repulsivas muy intensas cuando dos iones se aproximan a distancias inferiores a la distancia reticular ( distancia en la que quedan en la red dos iones de signo contrario ), hace que los cristales iónicos sean muy poco compresibles. Hay sustancias cuyas moléculas, si bien son eléctricamente neutras, mantienen una separación de cargas. Esto se debe a que no hay coincidencia entre el centro de gravedad de las cargas positivas y el de las negativas: la molécula es un dipolo, es decir, un conjunto de dos cargas iguales en valor absoluto pero de distinto signo, separadas a una cierta distancia. Los dipolos se caracterizan por su momento; producto del valor absoluto de una de las cargas por la distancia que las separa. Un de estas sustancias polares es, por ejemplo el agua.


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